Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

23 de mayo de 2012

El destierro de la crisis y el silencio virtual


¿Qué ocurriría si decidiésemos ignorar la crisis?
Muchos acudirían a sus trabajados a diario, aunque hubiesen sido despedidos
¡Los políticos se desesperarían!
Otros, acumularían deudas por caprichos varios y exigirían al banco un nuevo crédito
Algunos, suscribirían una hipoteca haciendo caso omiso de cláusulas abusivas... 
¿Y si decidiéramos que la crisis es una mentira y no existe?

Ignoro a la crisis, y lo hago queriendo. Decido quién forma parte de mi vida y no la quiero. 

El otro día lo probé y funcionó. Llevaba todo el día pegada a la pantalla del ordenador. Necesitaba despejarme. Tomar algo (caña) y ¡la conversación trataba sobre la crisis! Bancos, hipotecas, "ya no dan créditos", "qué mal estamos", "al filo del rescate"... ¡Ya es suficiente! No me apasiona ninguno de estos elementos: apenas tengo dinero en el banco y cuando acumulo cierta cantidad me lo gasto con una gran sonrisa, generalmente, en viajes. Desistí, desconecté y me centré en la consumición. 

El otro día acudí al Congreso de Memoria y Convivencia organizado por el Gobierno Vasco. Desde lo intelectual hasta lo emocional, trabajo a diario el conflicto vasco. Desgraciadamente, el tema me apasiona. Después de reflexionar sobre lo expuesto en las ponencias, publiqué un artículo, pero no obtuve respuesta por parte del público. 
  
¿Es legítimo sentirme tan absurdamente abandonada por el lector?

Concluí las siguientes opciones:

a) No intereso, no soy interesante y mi trabajo no interesa (superyo). Perfectamente legítimo, una chavala de 26 años dando lecciones sobre un tema desgradable, oscuro y doloroso. Además, el conflicto vasco podría identificarse con la política, tienen la manía de presentarlo así, aunque existimos los que intentamos darle otro enfoque. La mayoría de los ciudadanos están hartos de la desconfianza, manipulación, corrupción y despilfarro con el que relacionan ese ámbito político. Sin contar, que trato temas tabúes (los odio).

b) Lectores exclusivamente centrados en la crisis económica. Me sorprendió el escaso impacto que tuvo el último comunicado de ETA. "ETA no interesa por la crisis", escuché en mi entorno. Después, me sorprendió que un amigo mencionara "La fábrica de independentistas". "Cada vez que Rajoy pronuncia cuatro palabras, Bildu gana cinco votos", me dijo.

c) Las redes sociales son objeto de competición entre periodistas. Después de no haber obtenido respuesta, centré mi atención en analizar cómo funcionaba Twitter y Facebook. Muchas veces, tengo la sensación de que los periodistas nos apoderamos de las redes sociales, en especial, de Twitter. De hecho, me ocurrió que escribí #Mivida2012 en clave de twitter y después, me pregunté si había capaz de llegar al ciudadano, pues aquellos que no conociesen cómo funciona la red, difícilmente entenderían el texto (creo que no lo logré y me disculpo).

Twitter es muy útil y super cool, si no estás en Twitter no existes (nueva filosofía), lo que no se dice es que frecuentemente sobresatura: intercambio constante de opiniones, links, informaciones ajenas y propias, retitweets variables, autobombo, bombo de mis colegas periodistas...

Una persona de mi entorno me preguntó cómo podía enterarme de tantas cosas a la vez y respondí, pensando en McLuhan, que echo un vistazo rápido y acabo fragmentándome en mi pensamiento. Me imagino que a los demás también les ocurre. Seguramente, influirá en la concentración, a excepción de la atención exclusiva en la crisis; ese ente invisible y abstracto (me refiero a la concentración). 

Pensé en cuántas veces habría que enlazar un artículo para que los usuarios lo lean, "para los del turno de tarde", cita un periodista que conozco, "redifusión", dice. Y yo me río, lo dice de una forma graciosa. 

Fortuitamente, leí en Babelia un artículo firmado por Andrés Trapiello que decía "en Internet es bastante difícil llamar la atención, precisamente porque hay muchos queriendo hacerlo. La posibilidad de que en Internet puedan leerle a uno tantas y el hecho de que lo hagan muchos menos, a algunos les causa una gran melancolía y a otros los enloquece. Lo mejor en todo, si se es escritor, esa es mi impresión al menos, es hacer como que habla uno para el cuello de su camisa. Si hay alguien cerca que lo oye, bien, y si además quiere escucharlo, mejor. Si no, no hace uno el ridículo gritando en el vacío".

Pues eso, he dejado de gritar en el vacío. Por lo tanto, de hacer el ridículo
Le hablaré al cuello de mi camisa sobre lo que me apetezca, 
como he hecho hasta ahora, pero más liberada. 
Me he quitado la crisis de encima, aunque esté de moda.

¡Haz las maletas crisis! ¡Te destierro de mi vida! / Berlín. Laura Seoane


4 comentarios:

  1. Hablas de la posibilidad de 'ignorar la crisis' y te pones a ello..... en cierto modo.
    Invitas al lector, sin embargo, a la vista de la lectura, a que aparque la crisis y se sumerja en tu crisis.
    ¿y crees que al lector le apetece?
    Si mencionas las siglas de ETA, a mucha gente no le gusta.
    -muchos sienten odio.
    -muchos otros sienten envidia porque opinan que al País Vasco se le da muchos titulares.
    -unos y otros, en parte -numéricamente- piensan que el problema es sólo el poder o no poder aplastar a los que mencionas y quizá no les guste cómo les mencionas (desde la observación, que no les interesa).
    -el término les suscita una crisis que les importa menos, por tanto, la oferta de aparcar la de sus bolsillos, por pensar en otra que sólo ven como 'crisis acerca de la sangre' no les gusta nada.
    -por último hay gente que piensa: "ellos tienen menos crisis, menos chorizos, menos corrupción ... y tuvieron a ETA ...." Quizá les suscita problemas morales, como conflictos sobre proceder contra los causantes de este desastre.

    En resumen, de una forma u otra les remueves las entrañas.
    Consecuencia: lectura aparcada.

    Quizá les interesa más que les demuestres que el conflicto (término que no les gusta) te ha hecho fuerte y que les puedas transmitir algo de tu fortaleza para superar su propia crisis, que es precisamente la que les sugieres que aparquen.

    Resumen: la oferta está bien, pero pueden sentirse estafados,porque no quieren sustituir las crisis mirando atentamente a una 'región' a la que le van las cosas mejor (en asuntos, como poder ir al ¨Supermercado, o de viaje, incluso) por la que tus les propones (las del País Vasco supuesta, sociológicamente, o la tuya propia profesional-emotiva) sino que le des algo de tus fortalezas al haber vivido aquella y estar superándola.

    Esta es mi pequeña aportación a tu post.
    Tienes un buen blog, te felicito.

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    1. Hola Álvaro:
      Un placer tu aportación, agradezco mucho que nuevos lectores generen debate en Reflexiones Digitales.
      Mi intención en este último post era expresar que, a pesar de que haya tenido la sensación de que el lector no opine, por diferentes razones (todas las que mencionas), yo continúo escribiendo y trabajando sobre el conflicto vasco, aun cuando se acalle por una crisis que harta a todos los ciudadanos.
      Soy consciente de que es un tema muy delicado,repleto de tabúes insensatos, incluso a mí me pasa, después de trabajarlo diarimente durante un año, y lo veo continuamente; muchas personas no verbalizan cómo lo han vivido por diferentes razones. El problema es que yo me siento en la obligación moral de hacerlo, por mi propia persona y por justicia social, y le doy mucha importancia porque ha tenido mucha influencia en mi vida.
      No pretendo convertirme en representante de nada, ni siquiera en generar un cambio social, son cargas excesivas para alguien tan simple como yo, sino simplemente mostrar cuál ha sido mi experiencia personal.
      Por supuesto, el lector es libre de leer, opinar... pero me llamó la atención que nadie dijera nada, a diferencia de otros artículos en los que sí se generó determinado debate.
      Un saludo

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  2. Creo que el problema no es si tu opinión, y en consecuencia tú, importáis a la sociedad o no, el problema está en que vivimos en un mundo en el que todo se rige por modas. ETA pasó de moda, con lo cual a la gente ya no le interesa lo que tú o nadie opine sobre el tema, no es "cool", no está "in". Ahora se lleva el criticar la crisis, los políticos y los bancos... y la gente como borregos se dedica a publicar teorías, absurdas la mayoría, sobre algo que al menos en mi opinión, les viene demasiado grande.

    Estoy totalmente de acuerdo, olvidémonos de la crisis y dediquémonos a disfrutar, que la vida son dos días y uno y medio nos lo pasamos durmiendo y un cuarto sufriendo por tonterías que ni siquiera merecen la pena.

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    1. Con la crisis se desplazan muchos centros de atención, tampoco digo que tengamos que olvidarnos de la crisis, sino no embaucarnos por el desánimo. Mi opinión, sinceramente, creo que interesa poco porque no es cool, ni bonito... Pero me da igual, nunca he ido con la corriente y no tengo intención de cambiar. A disfrutar¡

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