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14 de junio de 2011

Encuentros literarios

La azotea de una biblioteca. Paredes blancas y techos cubiertos por tabiques de madera. Decoración a lo euskaldun. Acogedor. Las sillas vacías se reúnen en torno a una mesa donde varios libros de un mismo autor aguardan los comentarios de sus lectores. Enero de 2011. Entro por primera vez en aquella sala. Abro los ojos, más aún si puedo, así enormes, de manera que reflejen mi sorpresa por seguir ese pequeño impulso que me ha conducido a esa sala llena de encanto. Dentro de un par de horas volveré a cruzar la puerta, ocuparé una de esas sillas azul plastificadas y comentaré junto a mis compañeros el libro que el escritor nos ha mandado leer, o aconsejado, recomendado o lo que sea. Esta vez, 'Intercambios' de David Lodge, una obra genial, la verdad, que me ha sorprendido, sobre todo, por un final muy bueno y por la variación de las técnicas narrativas que el autor emplea.

Vuelo a la misma fecha; enero de 2011. En un autobús desde Madrid a Euskadi conozco, suceso fortuito por haberse estropeado el autobús y esperar un par de horas al siguiente, con aquel gorro de paja en la cabeza y un jersey azul boliviano que me había comprado, a un chico que realiza su doctorado en Alemania, no me acuerdo del nombre, ni siquiera de su cara, sé que era pequeñito, un poco bajito, gafas y muy simpático. Para mí la mayoría de la población es muy simpática. Lo que sí recuerdo es cuando me preguntó dónde vivía, le miré, creo que a las gafas, me quedé callada y le respondí que no lo sabía. Una vez en Mondragón, sin recordar apenas mi nombre por los trotes que acostumbro a dar por aquí y por allá, agotada física y mentalmente, sin saber qué hacer ni cómo hacer, me apunté a las tertulias literarias de Kulturate, que es la biblioteca de Mondragón. Me agarré a lo único que he hecho toda mi vida; escribir. Así que acudí porque me parecía muy interesante leer y comentar, pero también observar cómo piensan los lectores, qué quieren, qué les gusta y cómo comentan, aunque luego a la hora de escribir me de igual, pero por lo menos tener nociones mínimas.

Cuando entré en aquella sala y vi la población lectora, pensé, bueno, pues aquí estoy, en representación de la población de Mondragón que lee y aspira a vivir como escritora. Me senté en una de las sillas y observé al escritor. Un tipo extraño, pensé. Alto, muy alto. Delgado, un poco calvo, unas gafas a lo ratoncito, piernas enormes, vestido a lo punk, a su edad, pensé. Y muy simpático. Como la mayoría de la población mundial.

Notas: Vargas Llosa,'La tía Julia y el escribidor'. Escribidor diferente a escritor, Pedro Camacho rellena las hojas pero escribe muy rápido y no contesta a las preguntas de literatura, truculento, todas las personas son susceptibles de un cuento o una historia, todo se puede escribir pero ¿cómo?, captar a personajes en un sitio, la "sociocrítica" consiste en criticar un libro desde el social marxismo, cambia el narrador (al principio, está fuera del lugar y perdido, luego se estabiliza y ve su patria cambiada). Vaya, vaya, pensé, qué de cosas en común.

Julio Barners, "Nada que temer'. El argumento es en espiral, cierra al final el círculo que comenzó. El arte ha sustituido psicológicamente a la religión. Roberspierre: ser ateo es de aristrócatas. La religión tiende al autoritarismo como el capitalismo al monopolio. ¿Queremos ser conscientes o insconscientes?. La memoria es identidad. La ciencia dirá qué somos y la literatura cómo somos. Chéjov: en sus obras siempre hay un personaje idealista que se da cuenta de que ha desperdiciado su vida y que espera que los siguientes la aprovechen mejor. Interesante, pensé.

Andrés Tropiello, 'Los amigos del crimen perfecto'. Ha publicado diarios polémicos. Jamás haré eso, pensé, me matarían. ¿Quién? La mayoría de la población mundial, me respondo. El lector tiene que ir con el escritor a lo largo de la novela. No puede ir delante. Muestra la frustración de la vida. La novela negra como una prolongación de la vida en la que teóricamente todo cuadra. "Justicia poética". Escritora arruinada.

¿Nos gusta un libro porque estamos de acuerdo con lo que dice?

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. "Para mí la mayoría de la población es muy simpática" lo único que me queda es remarcar esta frase, que como ya sabemos es de lo más real. :D

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  3. Josune Murgoitio21/6/11, 9:47

    jajajajajja, es cierto Ido!!!

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