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22 de enero de 2011

Periodismo en Bolivia

Toca la cuenta atrás para que finalice mi estancia en Bolivia. Solo me quedan tres días en Santa Cruz. Desde el principio quise escribir sobre periodismo, pero me sentía intelectualmente incapaz de elaborar un artículo. Ahora, dos meses después de haber pisado suelo cruceño, mi escaso conocimiento me permite escribir determinadas líneas, siempre con sumo cuidado y precaución, pero evitando la seriedad.

Profesionalmente, he nacido en El Diario Vasco. A él le debo, entre otras cosas, el sentirme periodista, independientemente de ser experta o inexperta. A primera vista, puede parecer una tontería, pero ciertamente es muy importante porque otorga seguridad. A partir de ahí, todo comienza a funcionar.

En cuanto a los medios de comunicación en Bolivia, mi estancia se ha reducido a leer periódicos, ver algún que otro informativo y escuchar la radio mientras iba en el micro o en el coche. Solo hablaré de lo que conozco, lo demás queda fuera de mi alcance.

La información en la televisión, básicamente, trata las nuevas leyes que el gobierno de Evo Morales ha impulsado: la ley antiracismo, la de las pensiones o la controvertida que regula la educación... siempre, con un tono excesivamente propagandístico. Basta escuchar al locutor para darse cuenta de qué pretende.

En cuanto a la radio, me sorprendió comprobar cómo se emiten determinados programas dentro de IRFA, que se dirigen a impartir lecciones a los alumnos que, de forma independiente, estudian en sus casas. También existe la cara opuesta: música regaeton, chistes machistas... como si no fuese suficiente con el machismo que existe en las calles como para que el locutor intimide a uno de los intervinientes para que cuente un chiste machista, porque, según él, hacen gracia.

En mi viaje por Bolivia, en cada ciudad que me detuve, compré un periódico. Pretendía posicionarme ante una panorámica general de la prensa de este país. Por eso mismo, es importante comenzar desde el punto de referencia. Santa Cruz de la Sierra. Las personas con las que me he cruzado dicen que "los medios de comunicación se encuentran manipulados por las grandes empresas económicas que los dirigen". No sé hasta qué punto es cierto. El periódico más leído en esta ciudad es

Acertada o no, mi impresión es que mediatizan un tema cada x tiempo. Mi llegada a Santa Cruz coincidió con la reciente aprobación de Ley antiracismo, impulsada por el gobierno de Evo Morales para convertir en punible todo ataque contra los indígenas. Los periodistas consideraron que dos de sus artículos (art.16 y 23) atentaban contra la libertad de expresión y comenzaron las movilizaciones, la recogida de firmas... Se crearon intensos cruces de declaraciones entre el ejecutivo y el sector periodístico. Tras semanas en las que los periódicos mostraban en sus portadas ‘el periodismo está de luto’, el conflicto ha quedado en el olvido.

Las 'escandalosas' declaraciones de Tito Solari, obispo de Cochabamba, sobre la implicación de niños en la producción de coca en la zona de Chapare, protagonizaron otro montón de titulares. El narcotráfico es un tema muy delicado. Declaraciones que llevaron a que los cocaleros amenazaran con expulsarle de la ciudad y las consiguientes tensiones entre la Iglesia yel gobierno de Evo Morales, que en palabras de Gregorio Iriarte, se proclama "amigo de los curas, pero no de los obispos y el Papa" . Al final ha quedado en la nada.

Ni que mencionar de Wikileaks. Asunto que conllevó el titular clave de ‘los papeles del departamento desvelaban un posible tumor en la nariz del presidente’. El Che, la posición de EEUU... pasaron a un segundo lugar.

Así sucesivamente. En Cochabamba pude comprar la 'Opinión', periódico que sí me gustó, ya que, a primera vista, trata la información con mayor objetividad. 'Los Tiempos', con una sangría parecida a The New York Times y formato que se asemeja a los periódicos alemanes, contiene muy pocas páginas y la mitad de ellas repletas por editoriales.

En La Paz¡ hice con 'Página Siete', periódico que se presenta como el Diario Nacional Independiente y todo a color. En Sucre compré La Razón',de hecho casualmente, me topé con dos de sus periodistas.

¿En común? Un coste de cuatro bolivianos. Tratan información parecida, algunos tratan con mayor o menor la sección internacional, pero en general, siempre se habla de Evo Morales, penas por narcotráfico, limitación de la libertad de expresión, delincuencia.Sempre aparece '200 años, siempre libres', que hace referencia al bicentenerario de la independencia del país. Las consecuencias de la colonización española aun son latentes en el país.

En cuanto a mi experiencia personal en el ejercicio del periodismo, me siento satisfecha por cumplir mi expectativa: Buscar las fuentes apropiadas, conseguir contactar con ellas, quedar con ellas y realizar preguntas que exigen tener un mínimo conocimiento previo. No sé cuál será el destino real de mis texos, ni siquiera si llegarán al lector, yo confío en que así sea, pero me he superado a mí misma y eso es lo que más importa.

Lo más bonito de todo ha sido la parte de Bolivia que cada uno de mis contactos me ha mostrado. Gregorio Iriarte me mostró lantelectualidad de un país que lucha desde la sombra por la libertad. Nicolás Castellano me mostró la capacidad de mejorar las condiciones del país, a través de una actitud cercana y humilde. Félix, líder indígena, me mostró la cara más cruda del racismo. Alexandra me mostró la valentía de muchas mujeres por ejecutar proyectos complicados y Tito, gran jurista, me reveló las bases jurídicas de Bolivia. Todos ellos me han ayudado a formarme un concepto más amplio de este país, aunque dos meses no alcanzan para completar aquel mapa conceptual que un buen día me dio por dibujar en mi mente. En tres días dudo que la situación cambie.

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