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14 de noviembre de 2011

Carta de despedida a Zapatero

Estimado presidente del Gobierno:

Le escribe una ciudadana vasca para despedirse de usted. En una semana se extinguirá su cargo en pos, previsiblemente, de Mariano Rajoy. Le preguntaría qué tal está, pero he omitido cualquier referencia porque imagino se sentirá aliviado y alegre de dejar un cargo que parece le ha saturado, debe ser triste que el fin sea el que es. Hace poco escribí un reportaje sobre Adolfo Suárez, y aunque pueda resultar polémico o absurdo, sentí pena; me recordó a usted. Dudo que vaya a leer esta carta,  pero me he decidido por dos razones. 

En primer lugar, decirle que creo que la gestión de su legislatura ha sido muy complicada y que, según la mirada de sus ojos cuando le retratan en las noticias, ansía dejar la política para descansar de críticas constantes y problemas continuos. No le escribo para recliminarle las reformas laborales que ha llevado a cabo, ni el número de parados, ni siquiera la triste situación en la que nos encontramos los jóvenes, puesto que eso ya lo hago en la calle.

En segundo lugar, me gustaría formularle una pregunta. He intentando buscar por mí misma una respuesta sensata. Supongo que se basa en ahorrarse conflictos diplomáticos con terceros países o agilizar convenios económicos.
¿Por qué reformó usted el principio de justicia universal?


España se mostró al mundo como modelo idílico en la aplicación del principio de jurisdicción universal: aquella norma jurídica que habilita(ba) a los Tribunales de un estado para juzgar una causa desconectada con ese estado, pero que por la especial gravedad de la conducta de un tercer estado, atentando los hechos a juzgar contra los valores comunes de la humanidad, se requería una intervención estatal. Entiendo que existe la Corte Penal Internacional, jurisdicción complementaria que solo interviene cuando los Tribunales internos no puedan hacerlo, pero dicho principio amparaba la humanidad, los derechos humanos y la dignidad de la persona. 

Al principio todo marchaba bien, se aplicaba para delitos de tráfico de drogas, después los casos de  Chile, Argentina, Guatemala y más tarde, incluso fue ampliado a prostitución y corrupción de menores, mutilación genital femenina y tráfico de personas. Hasta que en el 2009 modificaron el artículo, sospechosamente coinciendo con el asunto Couso (implicación militares EEUU), Tíbet (procesamiento autoridades chinas) o el Sáhara Occidental. 

Me dolió que no fueron lo suficientemente valientes para explicarles a la ciudadanía la reforma de este principio, escondiéndolo bajo la modificación de la Ley Procesal para la Implantacon de la Oficina Judicial e incluyendo tres puntos de conexión que antes no existían, con el único propósito de dificultar su aplicación. Es decir, la actual regulación contempla que para que la Audiencia Nacional pueda declararse competente para conocer de crímenes internacionales, contra la humanidad o genocidio sean precisos tres puntos de conexión alternativos (requisitos podría decirse para que el lector comprenda mejor):

1) las víctimas de dichos actos sean españolas (crítica del Tribunal Constitucional porque se desfigura el principio en pos del de personalidad pasiva)
2) el supuesto autor se halle en territorio (crítica del Tribunal Constitucional de que no puede exigirse la presencia porque existe el recurso de la extradicción, puesto que no se permite la rebeldía en juicio oral) 3) o que tenga algún punto de conexión, lo que deja una pequeña puerta. 

Y obligatoriamente, es preciso que en el ejercicio de la jurisdicción española no actúen otros Tribunales internos o internacionales. 

En su legislatura, hemos pasado de poder juzgar unos hechos contemplados como crimenes internacionales, contra la humanidad o genocidio, aunque paradójicamente no pudiéramos juzgar el franquismo porque ningún tribunal podía declararse competente, a no juzgar absolutamente nada.
Debe doler ser el responsable de esta catástrofe. Es humanidad. Es derecho. Sé perfectamente cuál es la relación entre ética-derecho-política, pero ustedes dicen ser de izquierdas, socialistas, y atentan contra su propia esencia. 

A pesar de todo ello, le deseo una feliz vida, por supuesto con la pensión vitalicia que le corresponda, incluso cuando se convierta en consejero de alguna multinacional. 
  
Desde Euskadi, 
un cordial saludo.
Josune Murgoitio

7 comentarios:

  1. Fantástico. Zapatero ha hecho cosas buenas, cosas regular y cosas malas. Y esta es una de las malas. Absolutamente de acuerdo.

    Un saludo, Josune.

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  2. Hola Fernando!!!!
    Cuánto tiempo, no te había reconocido jiji. Sí,sí, para mí esta fue de las peores cosas la verdad. Espero que todo vaya genial. Besos :))

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  3. Sad, sad, sad... No entiendo tampoco el porqué de ese punto de inflexión que hubo en el gobierno de ZP y que significó la caída de todo lo que se había empezado a levantar... Tampoco entiendo cómo no ha habido más presión interna con este asunto, ya que evidentemente externa no la iba a haber...

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  4. Yo creo que se escondió bastante y pocos se enteraron de lo que estaba sucediendo. Pero es grave, una de las cosas más graves que se hayan podido hacer, creo yo.

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  5. Y eso que no le ibas a criticar....

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  6. Si la verdad coincide con la crítica no es culpa mía :P

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  7. Si la verdad coincide con la crítica no es culpa mía :P

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