Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

22 de enero de 2011

La Bolivia positiva

Reeleídos los artículos que he escrito desde que llegué, da la impresión de que todo lo que he encontrado en Bolivia es negativo. Pido perdón, tiendo a la escritura melodramática, y engañaría al lector si no relatase todo lo que hasta ahora he visto, sentido y aprendido. Así que una buena enumeración servirá para rectificar y mostrar el otro lado de una cara, que es la pobreza o para quien me siga, el otro lado de aquel mapa conceptual aún sin dibujar. A toda situación es necesario darle la vuelta, y si estoy aquí, es por esa otra cara. Vine a Santa Cruz fue para hacer balance, y no dejarme arrastrar por la pena y el asistencialismo.

- "Es la ley del cruceño la hospitalidad". Ésta afirmación puede leerse en la entrada de la ciudad. Ciertamente así es. Santa Cruz de la Sierra puede presumir de la amabilidad y la hospitalidad de su gente. Ofrecen al visitante todo lo que tienen y rápidamente le hace sentirse como en su propia casa.

- Aprendizaje. Es emocionante estar aquí. Cada día se aprende algo nuevo. Es, simplemente, encantador no tener una vida aburrida, caracterizada por la rutina y la cotidianidad. Poco a poco, se profundiza en historias personales y aumenta la perspectiva de una realidad compleja y muy diferente a la de España.

- El idioma. Una de las razones por las que opté por América Latina fue el castellano. A priori, no planteaba ninguna dificultad. África me exigía el esfuerzo añadido de hablar en inglés, o francés, idioma que desconozco absolutamente. Aunque en Bolivia se hable español, lo cierto, es que muchas de las palabras tienen significados completamente diferentes, lo que exige replantearse hábitos lingüísticos. He tardado tres semanas en acostumbrarme a cómo hablan (adaptación que aún continúa) y en dirigirme a usted (me cuesta). Muchas veces, tengo la impresión de que no me entienden.

Por ejemplo, al cerdo le llaman chancho, a las sandalias chinelas, a la camiseta polera. No puedes decir 'qué monada de niño' porque lo entienden literalemente. El verbo coger hace alusión a la consumación del acto sexual (dicho de una manera elegante), al autobús se le llama micro o flota y cuando alguien se refiere a una gran cantidad de algo, dice harto. Por ejemplo, tengo hartas lechugas en mi huerto.

- Trabajar con niños. Nunca he tenido un contacto muy especial con ellos. Hablo con mucha propiedad (sin que suene a soberbia), excesiva seriedad y dirigiéndome a los adultos. Me siento muy poco payasa y he decidido modificarlo.

- La comida. Antes de llegar pensé que perdería kilos, ahora lo dudo. A diario se come arroz, acompañado de carne, maiz cocido, ensalada, lentejas... Los platos típicos son el cuñapé (pan al horno relleno de queso), la sopa de maní (no sé qué ingredientes contiene), entre otros. Además, existe una gran variedad de frutas como la papaya, chirimoya, maracuya y aguacate. Sin mencionar los jugos y los helados, que están buenísimos.

- La vegetación. A pesar de que llueva poco, se observa una paisaje verde, repleto de palmeras y de miles de árboles y arbustos, cuyos nombres soy incapaz de recordar.

- Los atardeceres. Es impresionante ver cómo se alza un sol rojizo resplandeciente, que consigue formar una combinación de rosas y claros sobre el horizonte. Desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Anochece en cuestión de dos minutos.

- Las estrellas y el cielo. Desde esta parte del hemisferio no se ve la osa mayor. La luna cuando tiene forma de C es que es creciente, no como en España que es alrevés.

- Horario solar. La vida transcurre según las horas de sol. Amanece a las 5. 15 y anochece a las 19.00 de la tarde. No es necesario cambiar la hora.

- El día a día. Cualquier planificación es espontánea. Lo que exige flexibilizar. Tenemos un pensamento excesivamente estructurado. Ayer me hice un planing de todas las cosas y sitios que quiero visitar. Imposible de cumplir a raja tabla, porque siempre surge algo imprevisto. Si no tienen dinero no se preocupan. La gente vive endeudada. Es de admirar que no se estresen, independientemente de la historia de cada uno.

- Mis herramientas. Si algo soy consciente en este sitio, es que mis únicas herramientas válidas son la escritura y la lectura. Hábitos inusuales en la mayoría de esta población. Mi objetivo consiste en impulsarlas y mostrar su importancia. Solo ellas pueden combatir la estupidez y la ignorancia. Si antes de venir, tenía claro que la única forma de ser feliz era dedicándome a la escritura, aquí lo reafirmo.

- La religión. Vivo rodeada de católicos. Aún no he conocido ningún ateo. Aunque en ocaciones me harte, he desarrollado una gran capacidad para pensar sobre todo lo que dicen. Me gusta verme en la tolerancia, me hace sentirme más humana y soy más atea de lo que nunca pensé. También soy consciente de que tengo un pensamiento muy científico.

- La lucha por la supervivencia. Las víctimas de todos esos dramas que he presenciado se levantan cada día para proseguir, independientemente de las condiciones. Es de admirar cómo, entre sonrisas forzadas, siguen adelante.

Me siento optimista. Soy soñadora. También lo dije en uno de los post. Me siento repetitiva. Creo en la humanidad, en la posibilidad del cambio. Bolivia parece la España de hace 60 años, tal vez, más agravada. España consiguió salir adelante, con sus más y sus menos, con sus gobiernos de izquierda y derechas, aunque mirando hacia atrás y al presente mismo, la derecha haya sido primordial en España. Esperemos que esto también cambie en Bolivia.

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