Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

24 de marzo de 2010

Allí donde los excrementos son sinónimos de falta de educación

Mi segunda entrada en este nuevo blog y el tema a tratar es algo delicado. Vivo desde hace un año en un barrio de Madrid. Es un sitio calmado, situado al lado del centro de Madrid, donde vida y tradición se entremezclan entre calles típicas de la ciudad.

Una de las cuestiones que siempre comentamos mis amigos y yo es el alto índice de excrementos de perros que uno puede encontrar a lo largo de la calle. Demasiado alto, opinamos.

Una va por la calle tranquilamente en dirección a su casa, cansada de una larga jornada en la Universidad, mira al suelo y siente repugnancia de encontrarse con elementos desagradables a la vista. En ese mismo momento, alza la mirada y se fija en que el chaval de al lado de su portal pasea a su perro. El animal se dedica a lo suyo, claro está, a realizar sus necesidades. Ella mira al dueño y lo hace con cara de "tu perro no debería de estar haciendo esto aquí..." y él, en un intento absurdo de disimulo, se mete lentamente las manos en los bolsillos de su chaqueta y busca desesperadamente una bolsa para huir precipitadamente de su mirada. En ese mismo instante, ella se dispone a soltarle una pequeña charla, pero cede al impulso y mirada nuevamente hacia abajo, encontrándose nuevamente con elementos repugnantes, sigue en dirección a su casa con el único objetivo de llegar cuanto antes.

Y ahí queda todo, una falta de educación y conciencia cívica que sufre el dueño y que es reflejo de una amplia mayoría de los ciudadanos que parecen no enterarse de que a los demás nos molesta encontrarnos con excrementos ajenos.

Puede que la próxima vez, siga aquel pequeño impulso y reprenda al que consiente que su mascota realice sus necesidades en medio de la acera.

2 comentarios:

  1. Desde luego, la gente es muy guarra, porque los perros no hacen más que lo que les pide el cuerpo. La próxima vez que veas a alguien que deja cagar a su perro sin recoger el regalito, cógelo tú con una bolsa y tíraselo a la cara, a ver si así aprende...

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  2. Yo soy de las que dejan el regalito...aunque no en mitad de la calle!! y si Ringo caga en mitad de la calle no me queda otra que recoger el pastelito... :S

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