Una mirada hacia atrás

Ésta es mi primera entrada en un blog sin un recorrido concreto. No sé muy bien qué escribir y el hecho de vender mi intimidad y compartirlo con el mundo entero me atemoriza. Me obligo a busccar un equilibrio y no convertir este blog en una serie de relatos que me muestren demasiado.

Soy estudiante de periodismo en una Universidad de Madrid. Este año acabo mi carrera y la inminente crisis en la que entraré me acecha. Hoy miro hacia atrás y veo a aquella niña que con 17 años llegó a la gran capital. De un pueblo en Euskadi, donde McDonalds, Bershaks, metro, renfe... no existen, a una ciudad que cada día se renueva y donde todo es posible; "la ciudad de las oportunidades".
Mirar hacia atrás implica realizar un esfuerzo, interiorizar errores cometidos, alegrarse por aciertos conseguidos, aceptar recorridos atravesados y reirse de todas las pequeñas crisis que un estudiante atraviesa en su carrera.También supone volver a sentir esa incertidumbre de llegar a una gran ciudad.

Ahora me miro, veo el resultado y me parece sorprendente; cómo una educación universitaria puede hacerte girar 360 grados en lo que antes pensabas que eran fuertes convicciones. Cómo el resultado de salir de casa, vivir en otra ciudad, conococer a otra gente es el resultado del desarraigo, porque dejas de pertenecer a cualquier lugar y te conviertes en la mítica y bohemia frase de "ciudadana del mundo". Miro hacia atrás y siento nostalgia, por los que dejé atrás, por aquellas ingenuas ilusiones de "yo de mayor quiero ser..." ahora soy mayor, o he de sentirme en la obligación de sentirme así,no lo sé.

Pues sí, mayor, a dos meses de acabar la carrera, avistando esa crisis que a todos los universitarios nos acecha, miro hacia atrás. Lo hago porque creo que constituye la base para preguntarme qué quiero hacer en realidad. Es extraño que el último año de carrera, cuando vislumbras un futuro laboral algo confuso, cuando sientes de cerca ese abismo, cuando sabes que tarde o temprano representarás esa maravillosa figura del becario, mires hacia atrás y te preguntes por una sola vez en tu vida, qué quieres realmente de ella, qué estás dispuesto a ofrecerle tú.

Yo aún no lo sé, aún me encuentro en esta fase de "mirada hacia atrás". Tal vez debería de cambiar el rumbo, centrarme en el presente y adelantarme al futuro. Tan solo sé que de momento me siento feliz, seré libre en 2 meses. Dudaré, una y otra vez, sin pensar, actuaré por impulsos, buscaré, rebuscaré... pero sobre todo, seré libre