Una mesa. Una silla. Una lámpara ilumina.
Un bolígrafo ayuda a plasmar ideas.
Una estantería sujeta una galería de libros que, con tiempo y algo de dinero, se adquiere.
La vela alumbra y su llama puede ser interpretada como el fruto de elementos que confluyen:
cera , tela y fuego, o bien, en un sentido místico, lengua luminosa que incita a escribir sobre sustantivos y existencia, asociaciones mentales y realidades desvirtuadas.
Un nombre y una asimilación. Un decir y un pensamiento.
Citar pensamiento obliga a imaginar un paquete de ideas,
experiencias y deducciones que se agolpan en un núcleo palpablemente indeterminado.
Paquete, obligaciones, núcleo...
Ideas, sueños, emociones...
Amar, desear, aspirar...
Odiar, temer, aborrecer...
Libro. Objeto que aglutina las vidas de determinadas personas.
Leen o escriben, ambas cosas, sienten o hacen sentir.
Ordenador. Sustantivo que evoca orden;
connotación alejada del caos universal y cibernético de Internet.
Cibernético; el mundo, nosotros, nuestras vidas y caminos.
Camino; sendero con infinidad de direcciones, película atroz sobre la beatificación
de una pobre niña o verbo que indica movimiento corporal o espiritual.
He aquí nuestros nombres y nuestras existencias.
Relativos. Restar importancia.
Importancia. Nuevamente, relativa.
Y las ramas se mezclan con el dorado del campanario a raíz de un atardecer precioso /Gasteiz. J.M |
Amar, desear, aspirar...
ResponderEliminarOdiar, temer, aborrecer...
Me gustan esas 6 palabras, con la combinación de todas ellas, podría contar todo lo que ha pasado en mi vida, lo bueno, lo mejor, lo malo y lo peor.
Sí, yo creo que también podrían resumir mi vida. Eso significa sentir. Reflexiones Digitales echaba de menos tus comentarios.
EliminarMuxos besos