Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

9 de mayo de 2011

Réplica social

Escritor que te escondes del mundo. Hará poco leí en su reciente blog un artículo que escribió sobre el significado de la legalización de Bildu en el panorama político de Euskadi. Me gustó el post, conocer la opinión de la ciudadanía, opino que no suele ser muy común escucharla.  En cuanto acabé de leerlo, le escribí comunicándole que estaba casi totalmente de acuerdo con él y de paso que en breves recibiría una réplica desde Reflexiones Digitales para expresarle cuál era mi opinión respecto al conflicto, la legalización y también, incluyo yo, la sociedad vasca. 

Escribo desde el punto de vista de una ciudadana,  no soy experta en conflictos, menos aun, el vasco, que es muy complicado, pero lo he vivido de cerca y por eso, me siento legitimada para opinar. Esta tarde antes de dirigirme a la biblioteca, pasé por la cafetería bonita de Mondragón; un local con grandes ventanales y una camarera brasilera muy simpática. Pedí un cortado y vi en la barra el 'Goiena', el  periódico del pueblo. Entre página y página encontré una entrevista publicada que una de las periodistas le había realizado al ex etarra que tras 30 años encarcelado, ha regresado a Mondragón. Salí de allí pensando exclusivamente en llegar cuanto antes a la biblioteca para escribir en mi blog un artículo inspirado en cierta molestia que sentí tras leer la entrevista. 

Me disculpo públicamente con la banquera que me pidió tres euros por una tarjeta del autobús que no funciona, gastos de gestión, dijo. Yo enfurecida por la entrevista y por la situación de Euskadi que parece no mejorar, proyecté en ella mi cabreo, reprochándole la actitud de los bancos, que parece tampoco van a mejor. Ni me gustan estos entes, ni  tampoco los malditos tres euros. 

Dejados a un lado mis apuntes de alemán y la documentación de unos artículos que en breve tengo que entregar, relegados al último instante, escribo mi réplica social. No me indigna leer una entrevista a un ex etarra. Es, creo yo, totalmente válida y legítimamente moral, incluso interesante podría decirse. Cómo ha soportado la condena, cómo vive ahora después de 30 años de encierro, cómo ve la situación vasca... Incluso a mí me gustaría entrevistar a alguien así, mirarle a los ojos y preguntarle muchas cosas, aunque profesionalmente omitiría si en su opinión, debe prevalecer la libertad ideológica o de expresión respecto del derecho a la vida, si ha variado esa consideración, si es que alguna vez la tuvo. 

Cada cual puede tener un enfoque particular a la hora de abordar un artículo. El enfoque de la periodista, me imagino que conforme a la línea editorial del diario, ha sido, interpreto yo de las líneas generales del artículo, el de darle la bienvenida después de 30 años de duro castigo por unos hechos que cometió en nombre del pueblo y pro pueblo, por lo que la  pregunta clave de la entrevista reside en cómo lleva ser recibido por Mondragón como un mártir.

Me cabrea. Me hartan los mazacotes políticos de las elecciones municipales a las que acudiré sin saber a quién votar y me harta la clase política que no mira más allá de lo que le interesa, también estas informaciones que se publican, aunque las respete, pero lo que más me harta es que ciertamente reflejan mentalidades y aceptaciones sociales reales, existen de verdad.

He nacido y me he criado en la Euskadi 'profunda', podría decirse, Mondragón es un pueblo pequeño, se sitúa en las profundidades de Gipuzkoa, se disimula entre valles y se resguarda por la protección de pueblos colindantes. Desde pequeñita, recuerdo mi vida en Mondragón viendo y escuchando coacción, amenazas, manifestaciones ilegales, politización del euskera, adoctrinamiento... 

El problema va más allá de que Bildu se encuentre en las urnas y de que el PP vasco haya declarado que no va a romper el pacto con el PSOE. No es un tema exclusivamente político, sino que tiene base social. A veces, tengo la sensación de que la gente no lo ve o prefiere no verlo, pues verlo implica asumir cierto dolor y responsabilidad. Eso también me cabrea. Lo cierto es que la sociedad vasca se encuentra completamente dividida, no tengo el recuerdo de una Euskadi unida, un bando por aquí y otro por allá, unos hablan un idioma, los otros otro.

Momentos antes de llegar a la biblioteca, cuando le reprochaba a la banquera que me exigía determinados gastos de gestión por una supuesta irresponsabilidad que me imputaba en el indebido uso de una absurda tarjeta de transporte, un cártel lucía a sus espaldas. En él podía leerse: "euskaldunari euskeraz, bakoitzari berea", traducido al castellano significaría "al vasco en vasco, a cada uno lo suyo".

Por lo que de un minúsculo cartel situado en una sucursal de un banco, debe deducirse que el vasco es aquella persona que sabe hablar vasco, en cambio, el español es el que habla en español. Por lo que la identidad vasca se queda reducida al uso de un idioma, y estableciendo esa asociación exclusiva, no queda otro remedio que excluir a todas aquellas personas que sus padres los trajeron hace décadas a Euskadi para trabajar en las cooperativas y levantar Euskadi, simplemente porque no hablan euskera, independientemente que muchos de los padres de mi generación nacieran aquí, aunque tuvieran descendencia procedente de fuera de Euskadi, no pudiendo estudiar euskera porque se criaron en la época de la dictadura. Siguiendo el mismo principio establecido en dicho cartel, "euskaldunari euskeraz, bakoitzari berea", se excluyen también a los hijos de esos padres que no hablan euskera, a pesar de que dichos hijos hayan sido enviados por sus padres a la ikastola para que, a diferencia de ellos, no sufran discriminación por no hablar el idioma autóctono, pero tachados por ser hijos de padres considerados "inmigrantes", por lo que acaban relacionándose con otros chavales de la misma clasificación social: no hablan euskera en las calles de Mondragón por x razones.

Por acumulación, debe excluirse de la sociedad vasca, una sociedad estereotipada a modo de rebaño en la institucional cuadrilla y arraigada en valores eclesiásticos (definición propia), a toda esa gente que conviven con los que dicen ser vascos. 

Muchas veces, en un acto de rebeldía, me he negado a hablar en euskera, simplemente para no satisfacer las expectativas del de al lado. Y otras veces, me he negado a responder a la pregunta de "¿por qué estudias en Madrid cuando puedes hacerlo en Euskadi?". Otras tantas veces, enfados internos me han acallado. El sábado pasado me ocurrió, a la comida popular de bienvenida del ex etarra (citado en la entrevista) acudió la alcaldesa de Mondragón, una irresponsable política, opino yo, como persona es libre de pensar a sus anchas, pero que carece de la ética que el plano político debe exigir, cuando se acude a un acto público o privado de semejante categoría la insignia política no puede olvidarse en casa. También me callé cuando acudí a las fiestas del barrio en el que fue asesinado Isaías Carrasco, la carpa donde se ofrecían los conciertos estaba encabezada por un cartel de "Euskal Presoak Euskal Herrira", posicionado a tan solo dos calles del lugar trágico de su asesinato. De la misma manera que me callé cuando acudí a cubrir un acto de la detención de un supuesto etarra que se celebró en el ayuntamiento de Hernani, en una estancia encabezada por un cartel de apoyo y respeto a los derechos humanos, o cuando en una cobertura  en Francia la única que no voceaba "gora ETA" era yo. 

Ya no me callo. Estoy harta. Por eso escribo. Necesitamos becas erasmus para expandir fronteras mentales, internacionalización de una sociedad muy cerrada, despolitización de un idioma precioso y no hablado por miedo de los interlocutores a cometer un error y que el de al lado se ría, sociólogos que ayuden a acabar con lastras sociales y psicólogos que atiendan a todas las víctimas de la sociedad. 

Y ésta es mi réplica. Espero, sea de su agrado. 




4 comentarios:

  1. ¡Eso es hablar con propiedad! Basta de clases y clasistas, basta de naciones y nacionalismos... pensemos en PERSONAS y no nos DIVIDAMOS todavía más, que el hombre (y la mujer) tienden a conseguir grandes cosas simpre trabajando juntos

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario Dani "el profe" jijiji

    ResponderEliminar
  3. Precioso!! por fin alguien se atreve a hablar, a opinar a hacer frente a la represión!!! ya sabes que opina exactamente lo mismo que tu, yo y millones de personas que no pueden hablar!!

    ResponderEliminar
  4. Gracias Mirentxis!!!no puedo imaginarme el impacto de mi novela... jijiji

    ResponderEliminar

Anímate y comenta qué te ha parecido el post