Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

9 de mayo de 2012

Inmersión

Te sumerges...
Hacia abajo,
     las oscuridades sobre las que escribes...

En el último mes viajaste, comenzaste otros artículos para distraer a la mente, te dedicaste a colaboraciones y recitales. Pretendías postergar. La vuelta es inevitable; perteneces a la franja de oscuridad que tu obra describe.

Diez minutos antes de sentarte frente a la pantalla, no te sientes inspirada. Mágicamente, el teclear resuena en ti, últimamente, es lo único que resuena, aunque también se desvanece, llegado cierto momento de la escritura, sin saber cómo, deshaces su escucha.

Te sumerges...
Re-ocurre.
Te levantas a la mañana: escritura automática, lectura, documentación y fase revisión. Suspiras: en un par de semanas no sentiré el abismo consustancial de no saber hacia dónde continuar. Empiezas a corregir, dejas de corregir, y te extiendes... más allá, pero anclada aquí. La escena demanda, el personaje habla por sí solo y el ritmo adquiere cierta destreza. 

Una hora después, la nicotina llama. A ella acudes. Dos minutos después, vuelta a la pantalla.

Transcurrido x tiempo, ya no percibes, ni siquiera la nicotina, te sumerges en el mundo que has creado, varía sin que tú puedas controlarlo, te gusta y te disguta, es incontrolable, te gusta y te disgusta, te arrimas al personaje, siempre sin que te vea, como si testificaras lo que sucede, observando cada uno de sus movimientos; qué hace, cómo se comporta, de qué habla, qué piensa y qué siente.

Repentinamente, alguien te llama.
Alzas la vista; han transcurrido dos horas y media.
Ni siquiera veías la pantalla del portátil, escribías a través de ella, como si en ella te integrases.
Te fuiste... allá,
      más allá del fin del mundo,
       allá está escrita tu novela,
       allá te espera,
       a la espera de que descifres y comprendas. 

Miras la pared de tu estudio ¡Bendita costumbre de empapelarla! Un mapa malamente dibujado, una fotografía antigua, la escena argumental y una veintena de post-is: "una persona no habla con plena sinceridad consigo misma", "no es un libro de historia, es una ficción" (en mayúsculas), "temas centrales de la novela"...

Una mañana de trabajo y vuelves. En realidad  vuelves a ella, a sentirla, siempre ronda a tu alrededor, a veces la evitas, sales por ahí, conoces a no sé quién... Es gozosa y cruel. No es amable, aunque en cierta manera envuelve. A veces es pesadamente insoportable, pero la añoras si no la sientes.

Las líneas...
La autocensura emerge...
La valentía desiste a momentos...
Nadie guía...
Ella es quien guía ¡compréndelo! 
Pocos la escuchan...
Pocos le hablan...
Mejor callar,
en vez de hablar y después, deshacer
Unos la huelen
y otros no la ven.




Nicotina prohibida más allá/ Jaca. J.M 


Expresar emociones, no está de moda
Ser transparente, no está de moda

¿Acaso te refieres a ella? 



5 comentarios:

  1. Aqui siento que has debido de quedarte bien agusto, diciendo a tu modo lo que hablabamos el otro dia por teléfono... Privilegiada eres en sentir y poder expresar sin que se quede dentro...convirtiéndo en lenguaje en pasión.

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  2. Si, me he quedado agusto, necesita expulsar; ))

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  3. ¿Acaso te refieres a ella?

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  4. que pesada soy, me pongo de un empalagoso cada vez que te escribo....

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  5. Jijiji, que va. Para eso estan los comentarios; ))

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