Opinión / Pensamiento Divergente / Mundo Bohemio y la Libertad de los Mapas

20 de septiembre de 2010

Conclusiones de prácticas periodísticas II

A cuatro días de acabar mis prácticas en la redacción DV, escribo la segunda parte de un artículo que publiqué en este blog a principios de julio. Esta vez, desde otra parte de la redacción, con tres meses a mis espaldas y mucho cansancio acumulado, pero muy contenta!!!!

Siempre se dice que las segundas partes son mejores. Así que allá va. Si tuviese que elegir un calificativo que describiese estos tres meses, sería intensidad. Cabrían muchos más, pero éste es el más representativo. Intensos por todas las horas que he pasado aquí, cuando mis amigas me llamaban por teléfono, yo respondía "estoy en la redacción, puedo hablar un ratín" y preguntaban "¿vives allí?" y bueno, no sabía muy bien qué responder. Intensos todos los de fines de semana que me he tirado aquí. Intensos por todas las anécdotas que me han sucedido, desde ir a ruedas de prensa en las que solo estaba yo, obligada a tirar de la improvisación y preguntar algo, por muy insignifante que fuese, hasta el abordaje de gente por la calle o actos 'políticamente radicales'. Intensos por sentirme continuamente evaluada. Evaluada porque he pasado por cinco jefes diferentes, por tres secciones y porque cada cual tiene su manera de trabajar. Intensos porque al final de tanto decir que eres periodista, te lo crees.

¿Y qué significa ser periodista? No escuchar a la gente. En el buen sentido claro está. Cuando llevas 14 días seguidos trabajando, cubriendo a la mañana, escribiendo a la tarde y no descansas, dejas de escuchar, ni siquiera te escuchas a tí misma. Te aislas y acabas viviendo precipitadamente, tan ansiosamente, que al final, dejas de existir y te conviertes en un zombi viviente que escucha a un entrevistado en términos de titulares, lees una noticia en términos de "este arranque es demasiado largo", criticas que en tal frase el sujeto debería de ir en tal posición y juzgas tu trabajo 1.000 veces antes de alzar tu vocecilla para anunciarle a tu jefe que has acabado con tu labor.

Si tuviese que elegir el artículo que más me satisface, sería el que escribí en el suplemento de Semana Grande sobre artistas callejeros. Resacosa, me eché a la calle y a medida que iba captando a mis artistas periodísticos, mi ánimo aumentaba. Tuve tres tardes para escribir aquel texto, después de un fin de semana libre, todo un lujo. Y en mi opinión, el resultado fue muy bueno. Siempre he huido de los grandes temas, yo quiero escribir sobre lo que al lector le gusta o algún tema que le sea cercano. Éste es uno de los grandes descubrimientos del verano!!!.

El peor trabajo, el que más estrés me causó, fue cuando abrí la sección de política a página y media. Me mandaron a una rueda de prensa, no pensaban que iba a ser tan importante y finalmente, lo fue. Horrible. Lo superé, pero determinada persona le dio tal giro al artículo que apunto estuve de cambiarle la firma. Pero nada se puede decir, no estoy en posición de hacerlo. Así que a callar, sonreir y dar las gracias por la magnífica clase magistral que aquel día me brindó.

La gran conclusión es la gente que aquí he conocido. En especial, un periodista que a los dos días de que llegara, se acercó a mí y me dijo "no te agobies, estás aquí para aprender y disfrutar todo lo que puedas" (yo estaba a punto de echarme a llorar). A partir de ahí, adquirí seguridad y me relajé. Ahora, creo que somos amigos. Seguramente, lea este artículo porque ya nos hemos convertido en lectores mútuos (la firma es la firma jijiji). Y a él le dedico este artículo, a Álvaro. Creo que es el mejor regalo que puedo hacerle para agradecerle todo su apoyo, sus conjesos y las bromitas que me gastaba cuando iba a cubrir determinados actos. Sobre todo, por tratarme de tú a tú y animarme a hacerme un hueco en esta profesión. Por darme esperanza, porque el es la pelea personificada. Qué vergüenza me va a dar cuando te vea Álvaro, qué cursiladas escribo ijiji.

Desde aquí también quiero lanzar un mensaje a determinada persona que me trató injustamente y en muchas ocasiones, me faltó al respeto. No deberías tratar así a las becarias, puede que en el futuro sean tus compañeras, abusas de tu superioridad y no está bien Todo te será de vuelto. Pero, sobre todo, te digo desde aquí : vete a la mierda. No se lo puedo decir en persona, así me quedo agusto.

Y ya me despido. Añadir que a quien más he respetado en todo este tiempo ha sido al lector. Sin su existencia, sería imposible la mía. Con este artículo doy por concluida una gran etapa de mi vida. Ahora comienza una nueva y seguro que me irá igual de bien. Siempre consigo lo que quiero, espero que no cambie, de momento quiero periodismo y allá me dirijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate y comenta qué te ha parecido el post